La sonda Rosetta se encuentra con su cometa tras un viaje de diez años La Voz de Galicia
La Rosetta, que fue lanzada al espacio el 2 de marzo de 2004, ha recorrido más de 6.000 millones de kilómetros, pasando tres veces por la Tierra y una por Marte para recibir impulso gravitatorio en su viaje hacia el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko.
El objetivo del viaje al cometa es conocer los orígenes del Sistema Solar y las claves de la aparición de la vida en la Tierra porque los cometas contienen los elementos más antiguos del Universo y podrían haber traído el agua a la Tierra
La ESA (European Space Agency) explica en su página oficial el «viaje» de Rosetta en dibujos animados, un cuento apto para todos los públicos. Traducido al español en el artículo de La Voz de Galicia
--Transcripción y traducción realizada por las alumnas en prácticas Raquel Martínez , Rebeca Vidal y Sara Vales.
Había
una vez una nave espacial llamada Rosetta que se lanzó al cielo nocturno. Le
esperaba un viaje muy muy largo para descubrir los misterios del sistema solar.
En la Rosetta iba un pasajero: Philae, el módulo de aterrizaje. Esta misión
había tardado muchos años en prepararse pero Rosetta ya estaba de camino al
lejano cometa Churyumov-Gerasimenko.
La nave Rosetta necesitaba mucha energía para llegar a él y la obtuvo de la
Tierra y de Marte cuando volaba a su alrededor. A lo largo del viaje, la nave
viajó a multitud de lugares que otras naves no habían visitado antes.
Rosetta encontró un objeto con
forma de diamante, una parte del asteroide, e hizo fotos increíbles para que
todos en la Tierra pudiesen verlo. El diamante fue desapareciendo mientras Rosetta se marchaba.
Pero más adelante apareció un
gigante: una antigua roca de 100 km de alto y 100 km de ancho con grandes
cráteres en su superficie. Rosetta envió fotos del encuentro a la Tierra.
Este era solo el principio de la
aventura. Pero alejada de la energía del sol, Rosetta estaba agotada y necesitaba
descansar. Mientras seguía viajando por el espacio se sumergió en un profundo
sueño que duró dos años, siete meses y doce días.
Ha llegado el momento de que Rosetta
despierte y abra los ojos. ¡Despierta, Rosetta! Philae y tú tenéis un cometa
que perseguir. ¡Despierta! ¡Despierta, Rosetta!
